Y 10 años después, Saer sigue ahí…

«Con la lluvia, llegó el otoño, y con el otoño, el tiempo del vino.»

Ése fue sólo el arranque que dejó escrito del séptimo y último capítulo de La grande, la que sería su novela más extensa y quizá la más ambiciosa y lograda, cuando un cáncer de pulmón se lo llevó el 11 de junio de 2005 en París.

Lo cierto es que Saer también cosecha cada día más lectores y acapara la atención de la crítica en otros ámbitos, como el español, donde aún no circulan las ediciones póstumas de sus Papeles de trabajo. «No tuvo mucha suerte en su vida editorial, ni tampoco buen lobby para los premios -sólo le dieron el Nadal en 1987 por La ocasión-, pero se llevó el más importante, al que muy pocos acceden: el de la posteridad», dice el poeta y ensayista Edgardo Dobry. «Y es significativo, porque nunca fue un escritor de lectores masivos, pero siempre hay una célula saeriana en activo», bromea en referencia a la editorial independiente Rayo Verde, que ha comenzado a reponer toda su obra en las librerías españolas, además de lanzar una guía, Universo Saer, de Marina Del Valle Blanco y Laura Huerga.

Che, Rayo Verde Editorial ya se oye en Argentina.