Pocos autores han ahondado como Bakker en la fuerza de la unión gemelar y el trágico desgarro que la separación temprana supone para el superviviente.
Quien quiera adentrarse en su narración, va a encontrar un relato viril, de enorme fuerza y emotividad, a base de la más estricta reserva y contención, hasta el punto de que requiere una lectura pausada, sin saltos de párrafos, ya que en cualquier línea corta, apretada y expresiva puede haber algo importante.