Fantástica reseña de «Todo está tranquilo arriba» de Gerbrand Bakker por José Luis de Juan en El País.
En 2010 se lo llevó el holandés Gerbrand Bakker con una obra parecida a la del danés (Per Petterson), es decir, intimista, de una sentimentalidad contenida y con una mirada fría y dura a la naturaleza, que crea un mundo propio donde el lector puede refugiarse.
Alguien que despierta de un letargo de más de tres décadas para revisar y cuestionar su pasado y así poder reinventar su futuro.
En apariencia, Bakker ha escrito una novela sobre la frustración y el desencanto. Como decía uno de sus profesores, «un poema nunca trata de lo que parece tratar»; y así sucede también en esta novela, que nos deja la sensación de que trata a fin de cuentas de algo muy distinto. Y eso es otro punto a su favor.
Nos ha dejado sin palabras esta reseña tan preciosa escrita en el mismo tono del libro, con esa precisión y elección de las mejores palabras. Gracias José Luis de Juan.