Juan José Saer: el testigo y la violencia

El entenado vendría a ser el dictado de este sobreviviente años después, en la vejez. Una historia que como todas las buenas historias siempre tendrá algo de calco, de relato que copia a otro. En este caso no solo por cierto esprit alucinatorio (un sobreviviente solo puede narrar desde la alucinación), sino por la constante reflexión sobre la no-muerte y la antropofagia en el deseomemoria. Es decir, la muerte como proyecto de fracaso.