Ron Butlin
A la edad de once años Ron Butlin abandonó el pequeño pueblo escocés de Hightae. Su traslado a la ciudad de Dumfries inició un proceso de civilización forzada del que aún tiene que recuperarse. A los dieciséis años hizo autostop hasta Londres, donde no hizo nada por un tiempo (era finales de los sesenta, vio a los Stones en Hyde Park, subió en un ascensor con Paul McCartney… así era la vida en aquellos días).
Tras su deriva durante un año en el extranjero regresó a una vida de intenso desempleo. Sin embargo, el Gobierno decidió que era hora de que hiciera una contribución significativa a la sociedad y, como incentivo, dejó de pagarle el paro. Se convirtió en modelo masculino en la Escuela Superior de Arte de Edimburgo, esto le permitió sentarse y no hacer nada durante horas y horas. Sus primeros poemas publicados datan de este período.
Hay más gente que escribe poesía que la que la lee y la compra así que, para seguir con vida, aprendió a diversificar. Se vio escribiendo relatos, novelas y hasta libretos de ópera.
Ron Butlin es ahora uno de los escritores más aclamados de Escocia. Entre sus obras destaca esta novela que ahora os presentamos (ganadora de los Premios Millepages y Lucioles, ambos a la mejor novela extranjera). Ha escrito otras cinco obras en prosa así como seis libros de poesía. Su obra ha sido traducida a más de diez idiomas.
Vive en Edimburgo con su esposa, la escritora Regi Claire, y su perro.